EL REIKI PASADO A LIMPIO (I)
Reiki no esta sujeto a ninguna filosofia, 'religion' o concepcion del
universo particular, sino que es una tecnica creada para desarrollar las
potencialidades naturales de los seres humanos, machos o hembras.
En el Siglo VI A.C., en Grecia, la ciencia, la filosofía, la metafísica (la 'religion' - 'religare' es una metafisica 'expulsionista' practicada por los judios) eran una sola cosa. El profesor, el médico, el sacerdote eran la misma persona,
no existía separación, para ellos, uno era de alguna manera el reflejo del
otro.
La propia palabra que usamos hoy día – física – deriva del griego “phisis” y significa la búsqueda para entender la verdadera (intelectual y racional) naturaleza de todas las cosas. [Physician, en inglés es “médico”].
Nos preguntamos hoy día, si al crear tal dicotomía, separando esos
tres saberes uno de los otros, no perdemos alguna cosa, cuando comenzamos a
creer que las tres formas de pensar no son de alguna manera, inexplicablemente,
entrelazadas.
Confundimos, pues, distinguir que forma parte del discernir con el acto de analizar, separando las partes constituyentes de un todo funcional en unidades
autónomas que separadamente no producen los mismos resultados. El discernimiento, distingue los elementos pero no los separa de los otros componentes y conduce
al conocimiento a la sabiduría (sofia). El proceso intelectual, separa por el análisis y crea una serie de caminos “discursivos”
(interliga) que conducen al “saber”, a la “información” que carece de “unidad”
y funcionalidad en todos los planos de la Mente… Es decir : una
afirmación válida en el plano físico-observacional (científico racionalista) no
tiene equivalencia en el plano metafísico o en el plano trascendente (simbólico
y analógico). Como consecuencia de esto, la Mente inferior o primaria,
primero cae en la Fe ciega para luego reaccionar entregándose al racionalismo
“cientificista” más
arrogante.
Esto, no solo sucedió con nosotros los “occidentales”; sucedió con todas las
sociedades dichas civilizadas del mundo entero… y eso fue inevitablemente el “signo de estos tiempos”. De nuestro tiempo. “Nuestro tiempo” nos ha dado a todos nosotros los seres humanos de hoy, un
sentimiento de soledad y aislamiento, de una pérdida de contacto con nuestro Ego y con nuestros diferentes niveles de Conciencia, y con las personas de
nuestro entorno, que probablemente no tenga antecedentes en otras humanidades.
Los médicos solo tratan el “cuerpo físico” – los sacerdotes, de algo
llamado “alma”, concepto muy mal definido y habitualmente confundido con “espíritu” – los filósofos, hoy “psicólogos”, consejeros
de algo llamado “mente”, perteneciente a un concepto muy mal definido y habitualmente confundido
con el proceso intelectual… Espero que con las aclaraciones que vamos a
presentar tengan Uds. un conocimiento mejor sobre la dinámica y la potencia del
Reiki. Antes de discutir más profundamente sobre Reiki es importante
analizar primero qué es lo que representa (concepto) la palabra ENERGÍA y de
qué modo se relaciona con el Reiki, con las causas y el tratamiento de las
enfermedades. El mundo a nuestro alrededor es “identificado” (IDI – ente
– ficado) en primer término por los cinco sentidos: el escaner y la vídeo
cámara de nuestro ordenador cerebral…De hecho, para la gran mayoría el mundo entero es esto : se identifica solamente con lo que
las personas pueden oler, ver, oír, lamer, tocar, etc.
Los cinco sentidos:“...los cinco pilares del método de pensamiento científico y positivista…” – decía mi Maestro, el Oso Yogui, refiriéndose al sabor de las mayonesas.
Pero esto establece una perspectiva muy limitada y puede crear un enorme atraso para conseguir apreciar el auténtico desarrollo del complejo proceso de la vida. La verdadera Ciencia, hija de la Verdad y hasta el “buen sentido” o “sentido común” nos dicen que hay – que debe haber – muchas cosas más en la Vida de apenas aquello que puede ser olido, visto, oído, tocado, lamido… La Ciencia o “cientificismo ortodoxo” o “técnico”, sabe, que la Energía es todo y que la materia es nada más que Energía en una forma diferente.
Pero esto establece una perspectiva muy limitada y puede crear un enorme atraso para conseguir apreciar el auténtico desarrollo del complejo proceso de la vida. La verdadera Ciencia, hija de la Verdad y hasta el “buen sentido” o “sentido común” nos dicen que hay – que debe haber – muchas cosas más en la Vida de apenas aquello que puede ser olido, visto, oído, tocado, lamido… La Ciencia o “cientificismo ortodoxo” o “técnico”, sabe, que la Energía es todo y que la materia es nada más que Energía en una forma diferente.
La silla donde nos sentamos es Energía… que está vibrando en una frecuencia
más lenta que la luz, que también es Energía. Al vibrar más lentamente, la
silla consigue dar ese aspecto más “sólido” que la Luz. Sabemos que si
agregamos Energía en forma de calor a la silla, las moléculas del plástico o la
madera vibrarán más de prisa, aumentarán su frecuencia hasta llegar a separarse
entre ellas perdiendo la silla su forma característica. Esto sucedería si
efectuamos el proceso de “quemado” del plástico o la madera, ahí veremos como se pierde la forma, se produce calor, cenizas, e
incluso luz.
En el caso de los seres humanos, poseemos muchas formas de Energía vibrando
en las más diversas frecuencias, todas convergiendo en ese lugar del espacio en
que existe un ser Humano. Es lo que llamamos una singularidad. Un ser Humano es una “singularidad” en el
complejo espacio-temporal, tal como un árbol, una estrella o un “agujero
negro”. Las
vibraciones más lentas, las frecuencias más bajas, tal como las de las sillas,
serán “vistas” en nuestro cuerpo “físico”, como estando “presos” entre
sí.
Las frecuencias vibratorias de la Energía irán a constituir algunas los músculos, otras los huesos, algunas otras la sangre y más allá las que constituyen el tejido nervioso, otras constituirán “mensajeros químicos” que son producidos en las glándulas en cantidades sumamente pequeñas pero, que afectan todas las demás formas de Energía del organismo.
Las frecuencias vibratorias de la Energía irán a constituir algunas los músculos, otras los huesos, algunas otras la sangre y más allá las que constituyen el tejido nervioso, otras constituirán “mensajeros químicos” que son producidos en las glándulas en cantidades sumamente pequeñas pero, que afectan todas las demás formas de Energía del organismo.
Vamos entonces descubriendo infinitos niveles de frecuencias, que pasarán
más allá de la Energía bio-eléctrica que generarán algunas células, más allá
del infrarrojo o incluso aún más allá de las frecuencias detectables por los
que nacen más sensibles, que poseerán sentidos más afinados que nosotros…
Habrá frecuencias energéticas, de las que solo podremos apreciar sus “efectos”
por que ni siquiera los más sensibles aparatos especializados pueden captar sus
frecuencias.
Esto no es una novedad dentro de la llamada “física de altas energías” en las que las más sofisticadas e influyentes “partículas” de energía, solo pueden ser “captadas” por los efectos que producen en su entorno.
Esto no es una novedad dentro de la llamada “física de altas energías” en las que las más sofisticadas e influyentes “partículas” de energía, solo pueden ser “captadas” por los efectos que producen en su entorno.
Tal como la “astrofísica” define un “agujero negro” – que por definición es
invisible a TODO – un objeto infinitamente grande y que solo puede ser
detectado por la influencia que ejerce sobre todo lo que hay
alrededor de su entorno. Estas vibraciones energéticas incluyen el
CHI o KI que fluye por los canales energéticos que hoy, pueden incluso, ser ya
detectados por algunos sistemas electrónicos… o por lo menos, los efectos
de la circulación de la Energía Ki.
Las frecuencias energéticas que están más allá de estas vibraciones son las
llamadas “campos áuricos” que personas sensibles o entrenadas pueden llegar a percibir a través de algunos de los sentidos y que incluso han podido ser detectados por algunos medios técnicos.
En resumen, nuestro cuerpo físico, es el “centro” donde convergen una enorme red de formas energéticas que se entrelazan,interaccionan y que esperamos mantener con algún equilibrio armonioso porque al final… ¡esas formas energéticas son “conscientes” e “inteligentes” (conceptos que precisamos definir)!
En resumen, nuestro cuerpo físico, es el “centro” donde convergen una enorme red de formas energéticas que se entrelazan,interaccionan y que esperamos mantener con algún equilibrio armonioso porque al final… ¡esas formas energéticas son “conscientes” e “inteligentes” (conceptos que precisamos definir)!
Nuestros cuerpos, tal como los concebimos, solo existen como consecuencia de la
interpretación que hacemos de nuestros “datos sensibles” consecuentes a la
trama de fuerzas, campos y energías, que interaccionan en el medio ambiente.
Mientras estas Campos-Fuerzas-Energías se alimenten de la
naturaleza que forma su entorno, con comidas, fluidos, estímulos agradables,
nuestro “cuerpo” continuará a vivir y crecer…
Pero, si la calidad de esos campos-fuerzas-energías que nos rodean se vuelve hostil o nuestro cuerpo pierde su “capacidad” de defensa frente a los
campos-fuerzas-energías que compiten con él, por la posesión o dominio de esa
“singularidad”, “nuestro cuerpo” puede mudar de una forma drástica.
Una quemadura, un tóxico, un accidente, una herramienta, pueden provocar un cambio
radical en “nuestro cuerpo” y hacer con que se “des-integre”, que pare de “existir”…
El Universo y todo dentro de él esta formado de diferentes niveles de
vibraciones o frecuencias que forman una trama, un tapiz de las más diversas
variaciones de “sabores” y “colores” que componen todos los increíbles y
asombrosos fenómenos que se encuentran en el “Universo”… Sin embargo, al adoptar la actitud de solo aceptar e intentar comprender o trabajar con las formas energéticas que pueden ser
percibidas o concebidas a través de los cinco sentidos, la Humanidad ha creado su
propia limitación para su habilidad (ha limitado su “capacidad de respuesta”, ha creado una responsabilidad pueril) de vivir, de gozar de la
Vida en su mayor potencialidad.
Cuando vivimos nuestra vida cotidiana, estamos siendo constantemente
influenciados por nuestro medio ambiente exterior e interior. Estas influencias tienen aspectos específicamente
definidos en la configuración energética de nuestra “singularidad”, cuyo
centro, que percibimos e interpretamos, es el cuerpo físico.
A veces,
esto puede tener un efecto inmediato que es resuelto rápidamente, como por
ejemplo, cuando nos cortamos al afeitarnos o tenemos una corta tensión al
dirigir el automóvil en un tráfico complicado unos minutos.
Nuestro
“sistema energético” experimenta un “desequilibrio temporario” que puede
manifestarse como “dolor” en el lugar del corte o “dolor” de cabeza como
consecuencia del “stress”, provocado por el incidente en el
tráfico.
Sin embargo, “nuestro cuerpo” se adapta rápidamente y retorna a sus niveles de armonía propios. En los casos en que la desarmonización es más severa las cosas pueden ser un poco diferentes. Un accidente grave, un choque emocional muy grande, frecuentemente causará un gran desequilibrio en el sistema energético del Ser, que no puede ser corregido en poco tiempo.Podemos quedar con “cicatrices” físicas o emocionales.
Sin embargo, “nuestro cuerpo” se adapta rápidamente y retorna a sus niveles de armonía propios. En los casos en que la desarmonización es más severa las cosas pueden ser un poco diferentes. Un accidente grave, un choque emocional muy grande, frecuentemente causará un gran desequilibrio en el sistema energético del Ser, que no puede ser corregido en poco tiempo.Podemos quedar con “cicatrices” físicas o emocionales.
Y como
sucede a veces en demasiadas ocasiones, en vez de lidiar con los
problemas inmediatamente, el Ser los guardará en las memorias de su
estructura. Muchas veces sufrimos traumas emocionales con los que
no sabemos lidiar en el momento. Pues nuestro Ser los guardará y esperará a que
podamos enfrentarlos y solucionarlos en su momento.
Infelizmente, si ese momento no llega o tarda demasiado en llegar y esas
“emociones” reprimidas, o comprimidas, se van transformando en un bloque, un
témpano que crece acumulando la energía, que no fluye a causa de su
interferencia.
Más crece y
más obstruye…
Eventualmente, esa falta de fluidez de las energías más o menos sutiles se
reflejan en las frecuencias más “físicas” de nuestro sistema energético y
aparece una dolencia “física” o “emocional”. Desde los fundamentos de la
psiquiatría se sabe que muchos casos de problemas sexuales, de la niñez, o
juventud, que no son resueltos adecuadamente en la ocasión, se manifiestan en
la edad adulta como dolencias ginecológicas, emocionales (desadaptación del patrón
emocional a la circunstancia), como infertilidad, impotencia, problemas de
expresión de la personalidad (“crueldad” mal direccionada).
El plano “causal”
La mayoría
de los médicos ortodoxos así como los practicantes de medicinas orientales
hindúes o china (Ayurveda, Chi Kung…) se sienten limitados por la perspectiva y
la imposibilidad básica de comprender y tratar, desde un punto de vista
racional, el cuadro completo de una dolencia. Cualquier sistema de
tratamiento que se fundamente en un diagnóstico analítico y racional para
determinar el método de tratamiento tenderá a ser limitado y deberá ser una
forma de terapia provisoria envuelta en primer lugar en la resolución de los
síntomas. Aquí es donde se encuentra la fuerza del Reiki, que actúa armonizando
la energía total del ser, en todos los niveles, siempre. Cuando el Reiki actúa y los
síntomas desaparecen es por que la causa fue tratada …
Estos síntomas especificos del balance energetico son afectados poderosamente por nuestras emociones, pensamientos (flujo intelectual) y nuestro medio ambiente.
Como resultado de la influencia en estos niveles sutiles de energía, las estructuras celulares del cuerpo físico son alteradas. Es a este nivel que la salud o la dolencia son determinadas, en los niveles vibratorios o de frecuencia fuera del campo “observable” para el diagnóstico, fuera del campo de interacciones observables.
Solo son “observables” las anomalías del sistema completo y a esto le llamamos “síntomas o síndromes más probables de tal o cual dolencia”. A estos niveles de frecuencias energéticas es que llamamos de “plano causal”.
Estos síntomas especificos del balance energetico son afectados poderosamente por nuestras emociones, pensamientos (flujo intelectual) y nuestro medio ambiente.
Como resultado de la influencia en estos niveles sutiles de energía, las estructuras celulares del cuerpo físico son alteradas. Es a este nivel que la salud o la dolencia son determinadas, en los niveles vibratorios o de frecuencia fuera del campo “observable” para el diagnóstico, fuera del campo de interacciones observables.
Solo son “observables” las anomalías del sistema completo y a esto le llamamos “síntomas o síndromes más probables de tal o cual dolencia”. A estos niveles de frecuencias energéticas es que llamamos de “plano causal”.
El “plano causal” es semejante al disco virgen de un computador. Como en un
disco duro, todo lo que afecta los niveles de energía es archivado y
ocasionalmente, dependiendo de las “interacciones” creadas incluso dentro de
cada “sistema energético” particular, repercute en el “nivel físico”
manifestándose en las muchas formas de enfermedades o desequilibrios
emocionales, mentales o físicos. Este es el aspecto más importante a entender
sobre el Reiki, que sin embardo afecta todo el proceso de cura, tales
como heridas o quemaduras. Es sobre todo, diferente de todas las demás
terapéuticas porque trabaja en el “plano causal”.
No trabaja
en un nivel “superficial” para aliviar síntomas, sino en todos los niveles del
organismo, inclusive en los sutiles niveles de energía donde el
desequilibrio comienza.
Muchos pueden estar familiarizados con terapéuticas de cierto nivel tales como: Polaridad, Cristaloterapia, Cura Total, Acupuntura, etc… Estas terapias entienden el cuerpo físico y el Ser Humano de una manera holística, desde el punto de vista que el cuerpo de un Ser es el de un Ser energético. Hay sin embargo una diferencia fundamental en la dinámica de esas formas de terapia y el Reiki. Este contraste se encuentra en la palabra polaridad. Las terapias mencionadas trabajan con Energías Polarizadas y sus manifestaciones…
Muchos pueden estar familiarizados con terapéuticas de cierto nivel tales como: Polaridad, Cristaloterapia, Cura Total, Acupuntura, etc… Estas terapias entienden el cuerpo físico y el Ser Humano de una manera holística, desde el punto de vista que el cuerpo de un Ser es el de un Ser energético. Hay sin embargo una diferencia fundamental en la dinámica de esas formas de terapia y el Reiki. Este contraste se encuentra en la palabra polaridad. Las terapias mencionadas trabajan con Energías Polarizadas y sus manifestaciones…
El Dr. Usui, en japones, llama al nivel
de energía polarizada de KI. Muchos pueden conocerlo como CHI o “energía vital”, nombre que
tambien recibe en chino. Antes,
las terapias solo se relacionaban con la Energía KI (CHI) que es polarizada. Al trabajar con potenciales
positivos y negativos de Energía si una persona no poseía un eficaz entrenamiento
en la manera como se trabaja con energías polarizadas, corría el riesgo de
crear grandes desequilibrios durante el tratamiento, tanto en el paciente como
en si mismo. Para realizar tales terapias : Polaridad, Chi Kung, Cura Pránica,
etc, se necesitan muchos años de entrenamiento, de práctica e instructores
absolutamente confiables antes de poder practicarlas profesionalmente.
Aquí es donde se halla el mayor contraste entre el Reiki y las otras formas de
terapia o por lo menos, la mayoría de las terapias polarizadas.
Reiki
trabaja con lo que el Dr. Usui denominó Energía REI, esto es, una frecuencia
energética que está más allá de las frecuencias de las Energías Polarizadas, de
las ondas de radio, de rayos X o gamma, de la luz ultravioleta o de las vibraciones
detectadas como “aura” vital por las fotos Kirlian.
El Reiki es Energía Pura, sin polaridades. Como la Energía Reiki no tiene
polaridades significa que cuando una persona “sintoniza” (se inicia) con Reiki
puede inmediatamente comenzar a practicarlo de una manera eficiente sin consideraciones de
edad, tiempo de práctica o nivel académico.
SIMPLEMENTE
SE COLOCAN LAS MANOS EN UN ORGANISMO Y EL REIKI FLUYE… AUTOMÁTICAMENTE.
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