Pensar: imaginar con justeza.

Un universo aparentemente caótico... Se afirma que antiguamente, los hombres se saludaban levantando su mano derecha para mostrar que estaban con ánimo de “parlamentar” y que estaban desarmados, como mostraba su mano hábil, que no portaba ningún “objeto contundente”. Hoy día hemos llevado esta sana costumbre a extremos ridículos. “Disculpe”,   “por favor”, “gracias”… se han convertido en una letanía imbécil que nos persigue día y noche en todos los lugares. Vista esta situación, decidí iniciar una “Movimiento   Internacional Contra la Buena Educación” , MICBE , para ser breves. ¿Cuál es el objetivo? Pues, ninguno. El MICBE es un objetivo en si mismo, sin ningún animo mas allá de constatar la existencia de un complot milenario para debilitar la capacidad de pensar de los humanos. Sin pretender hacer insinuaciones insidiosas, tan propias de ciertos administradores públicos con fuertes actitudes fascistas, acusando a colectivos generalmente inocuos   e   imposible de probar   su presu

Dice una amiga, que tengo un discurso demasiado “sarcástico”. “Sarcos”, significa “carne”. Las palabras “cáusticas” producen esa “irritación” que todos conocemos. O sea: son “sarc-caústicas”! Como en “sarcó-fagos”: “comedor de carne”, en el sentido de allí se te queda la carne. Pregunto: ¿Qué es lo que les duele?  ¿No saber de lo que hablo?   ¿No haberse dado cuenta de algo tan obvio, por si mismos?  ¿O tal vez sea el estilo burlón e irónico? Por que las palabras cuentan. Cuentan las ideas o las opiniones. [Xq’] no [C] [pueD] [brevear]! Las palabras quieren decir cosas que están en relación con otras ideas. Los sinónimos no existen! Analicemos estas palabras, siguiendo la idea sarcástica de mi amiga, maestra y directora de escuela. Y ministra de cultura, si no llega a vieja demasiado pronto! “Imbécil” – “Estúpido” – “Ingenuo”. ¿Cuál crees tú que te definiría mejor? ¡Vamos! ¡Elige una! ¡Es apenas un juego entre tú y yo! La sensación de burla,  ironía o sarcasmo son subjeti

Decía la madre Teresa de Calcuta, aquella judía-cristiana inteligente y llena de iniciativas, que “la tarea mas fácil del mundo es... ¡equivocarse!” En alguna ocasión anterior, también había leído lo opuesto, de boca de un personaje con no menos iniciativas e inteligencia: el Oso Yogui. Este Oso proponía como primera verdad del Universo, que :“...la tarea mas difícil del mundo es… ¡cambiar de opinión”! Posteriormente, supe que la segunda verdad del Universo, propuesta por el Oso Yogui,   es que: “... la mayonesa común es muchísimo mas rica que la diet!” Pero veamos la síntesis, que no es lo mismo que sincretismo: equivocarse y cambiar de opinión, superando con esfuerzo y determinación, la opinión generalizada sobre las mayonesas y  nuestro deformado sentido del gusto. Porque esta conversación tan disimétrica, nos lleva  al lugar más común de todos: la “necesidad de aprobación” ... la necesidad de respaldarnos en la “opinión autorizada”! Nuestra debilidad “mental” (palabreja pen